Editoriales

La re reelección de Walter

La carrera por 2023 ya comenzó. Se largó a pesar de la pandemia, de la crisis económica y de las muertes por coronavirus.

La pelea va a librarse en todos los frentes después de finalizadas las elecciones de medio término, en las que seguramente los resultados más dependerán del arrastre que tengan referentes nacionales como Alberto Fernández y Mauricio Macri en los distintos distritos del país. 

Ni la tasa de desocupación del 22% en Tierra del Fuego o el índice de pobreza del 40% también en la isla, va a distraer a algunos dirigentes que ya idean estrategias de cara a las próximas elecciones. 

El ejemplo más claro de esto es el intendente de Ushuaia Walter Vuoto que no sólo mira de reojo el futuro electoral de la provincia sino que también evalúa un plan B, ante la posibilidad de no tener el respaldo suficiente que lo posicione como candidato a gobernador. 

Es una verdad a voces que la permanente exposición confrontativa que mantuvo Vuoto con la Provincia en el año de la pandemia, le restó imagen positiva. 

Los sondeos no lo ubicarían bien posicionado en Río Grande ni tampoco con una imagen suficientemente sólida en Ushuaia como para imponerse en una elección provincial. 

Por eso, la alternativa electoral que el vuotismo viene másticando desde el año pasado es la reforma de la Carta Orgánica Municipal. Algo que le permitiría al Intendente acceder a un tercer mandato. De acuerdo a las versiones, el proyecto de re reelección de Vuoto arrancaría el año próximo con el llamado a Convención Constituyente Municipal.  

Sólo un dirigente en Ushuaia logró acceder a esa instancia y fue el ex Intendente Jorge Garramuño en 2002. En plena redacción de la Constitución Municipal el mopofista logró reunir las voluntades suficientes para que la Convención Constituyente considere a su segundo mandato de Intendente como el primero. Lo que ocurrió luego es conocido. Garramuño ganó las elecciones municipales de 2003 por un 47%. 

¿Cuál es la diferencia con ese 2002? En primer lugar que por estos días se vive una pandemia mundial que obliga a el Estado -en todos sus niveles- a priorizar el gasto de los recursos y destinarlos a atender la emergencia económica de un enorme sector social vulnerable que fue golpeado por la crisis económica que el país heredó del macrismo sumado a la paralización de la economía por la cuarentena. 

La pregunta es saber que cuál será la reacción de los electores cuando el vuotismo oficialice sus intenciones de reforma constitucional. La otra incógnita es la argumentación que se dará en el oficialismo municipal para explicar las intenciones de enmendar una Carta Orgánica Municipal a la que ya se le dio la espalda en varios de sus institutos de participación. 

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