En el referido decreto únicamente se indica que mediante el decreto 4498/19 “se designó al Ministro de Trabajo y Empleo, siendo necesario el cese en su cargo”.
Desde el entorno de Romero se negó que previamente a su remoción hubieran existido diferencias con el mandatario, por lo que la medida le resultó sorpresiva.
Más allá de ello, fuentes gubernamentales dejaron entrever que en el seno del Ejecutivo existía algún malestar con Romero por la demora en la homologación por parte de la cartera laboral del convenio colectivo de trabajo para el personal de la Administración Pública Provincial, pero que el detonante de la remoción del ex-legislador provincial y ex senador nacional por el MPF fueron los cuestionamientos públicos de Romero al rol que jugó la vicegobernadora Mónica Urquiza, referente del MPF capitalino, durante la convención constituyente que reformó la Carta Orgánica de Ushuaia. Un dato no menor, y que denota la existencia de un gran malestar en el Ejecutivo, es que en el decreto de cese ni siquiera se le agradecen al ex ministro los servicios prestados.
También en esta semana en un programa radial de Río Grande había aclarado un par de acusaciones del legislador de FORJA, Daniel Rivarola indicando que “No sé cuál es la idea de Rivarola, si quiere el Ministerio y no sé para qué lo quiere, porque ya estuvo (bajo la gestión de Rosana Bertone) un mes y no tuvo el coraje para seguir o no lo pudo llevar adelante”. Entre otras aclaraciones del ahora ex ministro está la de dilucidar que el actual legislador oficial tiene al ex ministro de Bertone, José Luís Álvarez, como asesor en su bloque.
El reemplazo de Romero ya fue definido. La actual Secretaria de Empelo, Karina Fernández, jurará la semana venidera como Ministra de Trabajo de la Provincia.