Provinciales

A 27 años del asesinato del obrero Víctor Choque

Se trató del primer asesinado en protesta social desde la vuelta de la democracia

Fue un 12 de abril cuando el Estado asesinó una persona en represión en una manifestación obrera desde la instauración de la democracia. Sucedió acá, en la provincia austral de Tierra del Fuego, en Ushuaia, en 1995, cuando una bala de plomo cruzó la vida del trabajador de la construcción Víctor César Choque.

El crimen ocurrió dentro de los acontecimientos perpetrados por las fuerzas policiales de la provincia, más la ayuda nacional proporcionada por Gendarmería Nacional, quienes desataron una acción represiva que sobrepasó el cuerpo laboral que enfrentaba sus circunstancias: los empleados de la empresa Continental Fueguina S.A., una de las compañías que optó por presentar la quiebra y despedir a trabajadores en aquel momento.

Allí, el objetivo policial ordenado, junto con la Gendarmería, fue una sanción atroz a los obreros, que ya habían tomado, a modo de protesta, su lugar de trabajo. La responsabilidad represiva estuvo montada en la utilización de más de 300 efectivos, cachiporras, gases, balas de goma y plomo.

Mientras se desplegaban los detenimientos y caían los heridos, el policía Félix Polo (fallecido el 27/09/2021 a los 62 años como profesor de educación física) cruzó de un balazo a quién se convertiría en la figura que conmocionó al grueso de la población: Víctor Choque, que con 37 años y de origen salteño, había perdido la vida.

Felix Polo

Una multitud marchó hacia la dependencia policial para pedir por los detenidos y, luego, al edificio de la gobernación para solicitar explicaciones al plan represivo montado por José Estabillo, el vicegobernador Miguel Ángel Castro y el ministro de Gobierno Fulvio Baschera. A su vez, las bases laboriosas desbordaron al quieto sindicato de la Unión de Obreros Metalúrgicos (UOM) para forzarlos a decretar un paro provincial.

La represión fue salvaje, y los gases y las balas continuaron hacia el fin de la noche.

La jueza María Cristina Barrionuevo, a cargo de la causa, pudo incautar las armas de los uniformados que intervinieron en aquella cruzada irracional. También se trasladó a Salta y pasó a exhumar el cuerpo fallecido. Allí pudo dar con la munición que causó la muerte para confrontarlo con los distintos surcos de las cánulas de las armas de fuego decomisadas. A través de su investigación, la magistrada logró precisar, en concordancia con las pericias, que el plomo que asesinó a Víctor Choque fue accionado por el agente Polo.

En noviembre, el vigilante fue enjuiciado por homicidio simple y la jueza ordenó la traba de embargo por 50 mil pesos sobre sus bienes. También se confirmó la prisión preventiva. Al fin, Polo, fue condenado a nueve años de prisión, mientras se dictaron penas mínimas al sargento primero Rafael López y al cabo primero Carlos Flores.

Por su parte, Estabillo nunca fue condenado por decidir aquella reprimenda y volvió a ser escogido, a los pocos meses, como gobernador provincial. Su derrotero lo puso luego a presidir el Fondo de Infraestructura Regional por mandato de los sucesivos gobiernos kirchneristas. Como moneda que cae del aire, el responsable del crimen social que se cobró la vida de un trabajador, se encontró, luego, dentro de la militancia de aquél rejunte macrista Juntos por el Cambio, hoy Juntos.

La quebrada empresa Continental Fueguina S.A., a pesar de fijar su quiebra en 1995, volvió a la producción al poco tiempo, mientras muchos de los trabajadores que sufrieron aquella cruel represión estatal quedaron con secuelas insalvables y la consiguiente imposibilidad de continuar con su vida normal.

Fuente: Anred.org

Foto: La Poderosa

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