Las elecciones de medio término funcionarán en el país como un referéndum de la gestión de Alberto Fernández. Pasaron dos años…dos años que no fueron nada fáciles para un Mandatario que gobernó en pandemia 17 de los 20 meses que lleva de gestión.
Seguramente en estas elecciones se expresará el apoyo popular o no al Presidente y servirán los comicios para medir el estado de ánimo de la población.
El oficialismo ya cuenta con mayoría en la cámara alta y si realiza una buena elección podría en la Cámara baja sumar otros 10 diputados para alcanzar así el preciado quórum propio.
A pesar que son solo dos las bancas del Cámara de Diputados que se podrán en juego en Tierra del Fuego, los comicios modificaron todo el escenario político fueguino.
De tener intendentes pataleando en la Legislatura por deudas de coparticipación y una supuesta indebida retención de recursos, de golpe y porrazo en Tierra del Fuego tenemos a Jefes comunales que comparten una amistosa foto con el supuesto ejecutor de deudas de recursos.
Bipolaridad parecida transitó el PJ fueguino y el partido FORJA liderado por Melella. Sin ir más lejos hubo un Jefe de gabinete del Municipio que se incineró políticamente unos días antes del cierre de alianzas al comparar a FORJA con un repuesto de auto genérico. Ese mismo funcionario tuvo que volver sobre sus dichos cuando el Frente de Todos incluyó a FORJA en la alianza del FRENTE de TODOS.
Nunca fueron fáciles los armados electorales para el peronismo en las elecciones intermedias y Tierra del Fuego no es la excepción.
Solo basta recordar las últimas dos elecciones.
En 2017 las diferencias irreconciliables de Vuoto con la gobernadora Rosana Bertone llevaron a que el peronismo vaya dividido a una elección en la que el frente Cambiemos con Stefani terminó sacando provecho de ese escenario convulsionado y se alzó con una de las dos bancas en disputa.
El resultado para el peronismo fue una Mandataria Provincial que quedó relegada a un tercer puesto desde una rebuscada alianza que denominó Frente de Unión.
Si nos vamos un poco más atrás a las elecciones de 2013, el ejemplo es similar.
El peronismo fue divido a esas elecciones de medio término: por un lado se presentó el Frente para la Victoria con Bertone, Catalan Magni y Martín Perez- los tres lograron bancas en el Congreso.
Por el otro lado se presentó el Partido Justicialista tradicional que por ese entonces llevó como candidatos a Ruben Sciutto y al mercantil Pablo García.
Los resultados para el PJ fueron catastróficos. De hecho uno de estos dirigentes Rubén Sciutto, terminó retirándose de la política tras estos comicios.
Producto de esa división y obviamente mérito propio: el MPF logró después de décadas una banca en el senado con el ya fallecido Jorge Garramuño. El otro que supo capitalizar ese panorama de confusión fue el dirigente Oscar Martínez que tras una histórica elección accedió a una banca desde el desconocido partido de Unidad y Lealtad.
Como no podía ser de otra forma, el peronismo fueguino llega a estas elecciones también con cuestiones internas sin resolver.
Por un lado, con dirigentes que forman parte de la conducción del PJ que dicen desconocer los motivos que llevaron a que Vuoto elija a una dirigente no peronista para liderar la lista de candidates del Frente de Todos.
Miryam Martínez, Ricardo Furlan y Federico Bilota -todos dirigentes con cargos electos- se encargaron de remarcar que ese lugar tendrían que haber estado ocupado por un o una afiliada al PJ.
A ese clima ya enrarecido, se suma el nivel de desconfianza que genera la cercanía que ostenta Carolina Yutrovic al monstruo empresario de NewSan.
Sin ir mas lejos, el pasado 13 de julio en una ceremonia que se realizó en Casa Rosada, el CEO de esa firma Luis Galli -en un acto de sincericidio- dijo que NewSan “se siente representado” en su ex colaboradora Yutrovic. Lo afirmó a metros del presidente Alberto Fernández.
Las chances de Yutrovic de repetir su mandato en la Cámara Baja son muchas. El sello del Frente de Todos -seguramente la ubicará- por otros cuatro años en el Congreso. La incógnita es ahora saber si la diputada tendrá una especie de doble comando al responder políticamente al proyecto de Alberto Fernández o si tal vez NewSan se juegue una ficha intentando llevar agua para su molino por la cercanía con la dirigente.