Editoriales

Conservar ¿Para qué y para quienes?

En momentos que se discute la soberanía del Río Paraná y la propiedad de los puertos en manos belgas; en momentos en que las mineras canadienses están modificando legislaciones en Chubut con resistencia social,  acá en Tierra del Fuego también estamos siendo abordados por capitales extranjeros que quieren apropiarse fuertemente de la soberanía provincial en nombre de la protección ambiental.

Aquí  aclaramos por qué la soberanía de nuestro territorio está en juego cuando escuche los siguientes nombres que pertenecen a un mismo dueño: Fundación Rewilding Argentina, Fundación Flora y Fauna Argentina, Sin Azul No Hay Verde, o antiguamente se llamaban CLT The Conservation Land Trust S.A., una empresa inmobiliaria que está en argentina desde 1984.

Hablamos de la Fundación del finado millonario  altruista Duglas Tompkins, dueño de la marca Patagonia y The North Face, hoy comandadas por su pareja, Kristine McDevit. 

Esta última tuvo una gran participación en Argentina de la mano de Macri y en la provincia con la ex gobernadora Rosana Bertone. 

Esta Fundación apareció  por nuestra provincia a través de las enviadas de esta imperialista fundación, como Martina Sasso, una creativa publicitaria y directora de cine miembro del Yatch Club porteño, y Ángeles de la Peña abogada. Son quienes van seduciendo desde la técnica, desde la voluntad, desde su fonética cheta y sobretodo con financiamiento sostenido con fondos de los negocios inmobiliarios, rurales y de otras fundaciones con participación financiera de Washington y Europa, lo que presupone que su interés no es genuino, sino más bien empaquetado cual emisarias de embajadas que vienen con espejos de colores.

El poder de lobby es tan grande y profundo que hasta asombra. Están metidos en la ONU (Kristine es Embajadora de Áreas Protegidas de Naciones Unidas en Medio Ambiente), en el Vaticano, en el gobierno Argentino (incluye el Congreso), gobierno de Chile, en las gobernaciones de diferentes provincias donde tienen un interés (Santa Cruz, Misiones, Chaco, Corrientes, Entre Ríos) y en la legislatura de Tierra del Fuego de la mano de legisladores como el mopofista Pablo Villegas o el forjista Daniel Rivarola.

Recordamos que esta ONG/inmobiliaria tuvo y tiene un vínculo casi de osmosis con Marcos Peña y todo el PRO-Cambiemos. También con Fabiola Yáñez, actual primera dama argenta.

Sintetizando, esta ONG o empresa inmobiliaria o cabeza de playa de las elites mundiales, se sumó a luchas ambientales como un parásito. Tomaron luchas que son de otros para hacerlas propias.

En Tierra del Fuego hace tiempo que las ONGs locales vienen logrando avances en materia ambiental gracias a la persistencia y la acción de la población. 

Ni Bertone con Pablo Cabas, el monje negro de la comunicación que con el márquetin trataba de ocultar la destrucción de bosques y sitios arqueológicos con  la construcción de la ruta 30 (ese laburo hoy le rinde frutos a nivel académico, pero no a nivel popular) ni Gancedo, ni aquella legislatura, ni Mauro Perez Toscani, Guillermo Worman, Luis Castelli o Vazquez han podido contra las ONGs como Maneken, ABE, Guias de Turismo Profesional, Amigos de Península Mitre, Fundación Ushuaia XXI, quienes han logrado parar el avance de la instalación de las salmoneras y la continuidad del esperpento de la ruta más ancha e innecesaria del sur argentino.

Pero este aquí que todos esos funcionarios, deseosos de vaya a saber qué beneficios, han tratado con pleitesía a la dueña de la Fundación Rewilding Argentina y a todos sus emisarios pagos de acá y de allá. Tanto es así que el freno de la creación del Área Protegida Península Mitre, proviene por concejos de esa misma fundación que quería participar fuertemente en el proyecto de ley para incorporarse al manejo por parte de ellos con alguna figura armada para la ocasión.

No perdamos de vista algunos proyectos que han encarado estos cipayos junto a la UCR a razón de que no han podido incorporarse plenamente a la discusión que lleva más de 37 años por parte del personal de planta de la Secretaría de Ambiente y ONGs locales sobre la creación del Área Protegida Península Mitre, estos proyectos son: Protección del hullin la nutria fueguina LEY 1.346 (el hullin vive prácticamente en Península Mitre, zona de interés del capital foráneo); o Ley de Protección de  las costas, cosa ya legislada a través de la Ley de Aguas donde la provincia tiene injerencia de protección hasta las 12 millas marinas o la ley 272 de protección de reservas naturales, pero es del interés de esta fundación controlarlo todo, que no haya negocios o poblaciones posibles que entorpezcan su negocio turístico e inmobiliario de Península Mitre; como así sostener el manejo del Parque bioceánico y binacional Yagan, o sea, controlar el territorio que va desde la punta de la Isla de Tierra del Fuego hasta la punta de la península antártica, por lo tanto controlar el estrecho de Drake, nada más y nada menos. 

A través del programa Sin Azul No Hay Verde, se incorporaron a la discusión de cómo debe ser Península Mitre y también el rechazo a las Salmoneras, dos históricas reivindicaciones de ambientalistas de la provincia. Nadie los invitó, pero ahí llegaron sospechosamente con su campaña “Yo voto por Península Mitre”, que particularmente empezó a colocarse en los locales de ropa y equipo de montaña, sin una firma que identifique esa leyenda. Desde ahí comenzaron a meterse en diferentes espacios de poder. Tanto es así, que la sospecha se acrecentó cuando Martina Sasso, la enviada, decía que tenía contactos con  las ONGs locales y hablaba en nombres de ella, cuando no era así. Eso provocó un documento firmado por todas los ambientalistas rechazando la postura de CLT, la actual Fundación Rewilding, y poniendo el ojo sobre los intereses difusos que traen entre manos.

Para finalizar y poner de manifiesto cómo se maneja esta gente basta solo con el ejemplo de lo que han mal hecho en el Parque del Iberá, donde la comunidad en el 2018 salió a protestar y rechazar los manejos de la Viuda de Tompkins:

“Al día siguiente, estaba previsto que en la Cámara de Diputados se trate el proyecto de ley para la creación del Parque Nacional Iberá. La nota dirigida a Diputados Nacionales por un sector de la población de Corrientes dice: Para el gobierno nacional de Macri, para Flinta [Senador por corrientes] y el gobierno provincial, el Ibera es un negocio. Para ellos y los Tompkins la “conservación” es solo una excusa conveniente para justificar negociados privados millonarios a través del turismo y control territorial imperialista sobre territorios estratégicos como es el caso de los Esteros del Iberá(…) Repudiamos y denunciamos que tanto desde Nación como la Provincia, se le ha prometido a Conservation Land Trust, la SA creada por el finado magnate Douglas Tompkins, la administración del futuro Parque Nacional Iberá, tan es así que en estos últimos años todo el personal de CLT ha pasado a integrar la nómina de Guardaparques de la Administración  de Parques Nacionales.” fin de cita

Por lo tanto el Estado sostiene a los empleados de Rewalding, y además le dejamos que tengan significantes ganancias con la explotación turística, merchandansing, transporte, excursiones, etc. Redondo, como todo negocio de Tompkins.

La pregunta que nos debemos hacer todos en nuestra isla, incluidos los políticos, y que la plantea muy bien en una publicación reciente del politólogo Cristian Lorenzo: “conservar ¿para qué y para quiénes?”

Es hora que entre todos nos hagamos esa pregunta, porque cuando nos acordemos entraremos con pasaporte a Península Mitre…

Compruebe También
Cerrar
Volver al botón superior
A %d blogueros les gusta esto: